El Viajero, Gary Jennings

Interesante, intrigante; por momentos hilarante. Tedioso, cansado, largo; por momentos rápido, intrépido, fugaz.

Pesada es la ruta de la seda, como pesado fue el viaje de Marco Polo, más pesado debió de haber sido el viaje de Gary, y mi viaje a pesar de todo, seguramente fue una ligereza. El libro titulado “El Viajero” del escritor Gary Jennings (1928-1999), editado en México por Editorial El Planeta, es un libro impresionante y no solamente lo digo por sus 800 y tantitas páginas sino por la cantidad de contenido que tiene.



La ruta de Marco Polo, tomada de Wikipedia.



La calidad de los detalles de los viajes de Marco Polo llega a ser tan extensa que cae te sientes cansado de recorrer la infinidad de arenas, bosques, montañas, costas y mares por los que pasó aquél viajero comerciante veneciano.

El libro cuenta con varias expresiones en diferentes idiomas, algo que en el personal me agrada mucho inclusive aunque no sean traducidas al español, detalles que hacen que uno se sienta viajando y teniendo aventuras, conociendo desde las lúgubres y apestosas celdas de prisión de Venecia, pasando por los desiertos de sal, hasta llegar más allá de la gran muralla, a los dominios del nieto del gran Khan.

No hay mucho que decir para más promocionar tan interesante libro, léanlo y júzguenlo ustedes mism@s, vean si merece la pena hacer que nazca o reviva, nuestro viajero.

P.D. Gary Jennings es el mismo autor de otro gran libro: AZTECA, el cuál también les recomiendo sin lugar a dudas; son estos libros “best sellers históricos” que nos cuentan la historia de una manera muy peculiar y agradable.

Coleccionistas de historias

No sé ustedes pero a mi me gusta coleccionar historias; es un gusto compartido con mi lechuza.

Entrar a una libreria, más que a una biblioteca, es una experiencia diferente cada vez; es un tunel del tiempo, del espacio, de la historia, de la fantasía. Caminar entre libros que te llaman para que los veas, para que las sus contraportadas, veas sus portadas; libros e historias que claman ser leídas. Todos te aseguran que tienen una buena historia que contarte.

No sabes a quienes llevarte a casa. No importa que tengas varios sin leer, quieres tener varios más. Sus personajes quieren llevarte a su mundo, platicarte paisajes, recordar contigo amores de antaño; volar, luchar, enseñarte, guiarte o simplemente entretenerte.

Quieren ser leídos.

En este país donde el índice de lectura anual es deprimente, muchos de ellos aguardan silenciosamente el fin de su época, el camino a la destrucción.

Quiero que me cuenten sus historias antes de desaparecer, "¿Y es que cuando los volveremos a ver o que tal si no lo volvemos a encontrar?" es lo que me dice mi lechuza.

No quiero que sus historias se vayan al olvido, no sin antes ser leídas y sean perpetuadas en la eterna memoria de la mente, en el folklor de recomendar o comentar historias, a través de generaciones; no solo es un Nobel, no solo es un Best Seller, no solo es un libro en descuento; es una historia que quiero coleccionar.

El manco de Tula

Quisiera comenzar este post con unas palabras de uno de mis superiores de HEMA: "... a veces una lesion puede ser la oportunidad para tomar el tiempo y entrenar mas aun el cerebro. Mucha suerte y paciencia."

Este pasado sábado, en un sparring de entrenamiento, tuve un accidente y se me fracturó el pulgar derecho; no he quedado manco pero el título es en honor al buen Cervantes, no olviden incluir el Quijote en sus repisas de lectura.

Muy seguramente este fuera de acción por un buen rato pero eso no sgifica que no quede algo por entrenar; es un buen tiempo para aprender, para reflexionar e investigar. Un muy buen tiempo para reencontrarse con uno mismo. Sin dejar los comentarios de los demás a un lado pero tomando las decisiones que creo convenientes para mi futuro.

En fin la entrada es corta porque tengo chamba por hacer y, sobretodo porque la zurda aún no es mi punto fuerte.

Nos estamos leyendo.